martes, 9 de septiembre de 2014

Por que los padres regañan a sus hijos




A veces los padre traen sus ondas de preocupaciones por la manutención de los hijos, la casa, los estudios, problemas de trabajo, cansancio, no alcanza el dinero, en fin son tantas y tantas las cosas que muchas veces le gritan a sus hijo y hasta le pegan 


Pero muchas veces los regaños de las madres no son por mal algunas veces lo que buscan los regaños en corregir frente a una actitud pues muy bien dicen ellas ¨mas sabe el diablo por viejo que por diablo¨ algunas veces ellas ya han pasado por estas situaciones y no quieren  que sus hijos pases por ello por eso los corrigen…
 
Los adultos acostumbran olvidar que alguna vez ellos también fueron jóvenes y que se sintieron incomprendidos por sus padres. Están llenos de problemas y no saben dejar un espacio para los problemas de los hijos. Se encierran en su mundo, no son capaces de ver lo que pasa a su alrededor.

No se dan cuenta de que con su actitud, lo que logran es traumar, a los hijos que lo único que quieren es un poco de comprensión.

A los hijos lo único que les queda es ser más inteligentes que sus padres, tratar de comprenderlos, y de alguna forma ser más maduros que ellos. Se supone que debería ser al revés, pero no siempre es así. No deben permitir que los padres los lastimen, pero como no se puede dialogar con un adulto encerrado en sus problemas, el joven debe tomar las cosas con calma, no tomar el regaño como algo personal en su contra, sino como una impotencia de sus padres al no saber manejar la situación. 



Como regañar a un hijo

Te aseguro que un padre que regaña a sus hijos, está sufriendo más que el propio hijo, y esa es su manera de sacar toda su frustración. Sin darse cuenta de lo mucho que lastiman sus palabras. 
Nunca hay que regañar al niño con gritos o insultos, pues puede provocar, a la larga, problemas de autoestima y depresión. Aprende a a corregir a tu hijo sin hacer daño.
No todos los niños reaccionan del mismo modo a las regañinas de los adultos. La reacción emocional del pequeño no sólo depende de su carácter, sino también del tono y de la frecuencia con la que se le riñe.
Hay que aprender a poner límites al niño, pero de la forma adecuada. Lo que interfiere en el desarrollo emocional del niño no es el regaño en sí, sino el tono de voz utilizado, la violencia infligida en las palabras dichas. 

Regañar es normal, pero utilizar un tono de voz no adecuado es un mal ejemplo para los niños, y podría incluso repercutir en sus futuras relaciones sociales. 

Según estudios del Family Research Laboratory de la Universidad de Hampshire, "regañar mal a los niños influye en las relaciones familiares y, más adelante, también en otros tipos de relaciones sociales, porque su carácter tendrá una fuerte inclinación hacia la agresión física". 

Estas afirmaciones se encuentran entre las peores hipótesis y, con toda seguridad, no son aplicables a todos los casos. Sin embargo, es muy posible un resultado semejante si el niño sufre cierta "violencia verbal" prolongada en el tiempo. 

Asimismo, no es educativo no saber decir "no" y dejar pasar siempre las trastadas de nuestros hijos. Y, por otro lado, en un ambiente familiar sereno, el hecho de levantar la voz en alguna ocasión puntual no genera ningún tipo de daño. 

En conclusión, si regañas a tu hijo, la reprimenda nunca debe transformarse en un abuso emocional. El objetivo de reñir al niño debe ser educarlo, para que aprenda y rectifique. Por este motivo, las regañinas deben ser constructivas, correctivas y fomentar la reflexión del pequeño (en la medida de lo posible, según su edad, claro).